jueves, 15 de abril de 2010

CUANDO EL PSICOANALISIS Y LA MEDICINA SE JUNTAN....

La palabra psicosomático comienza a escucharse comúnmente alrededor de los años 30 en Estados Unidos para intentar dar cuenta de fenómenos orgánicos caracterizados porque el conflicto que los origina es excluido de la conciencia en un verdadero “cortocircuito” a través del cuerpo, que en ocasiones dejaba perplejos a los médicos y sin respuesta a los pacientes.

Muchos autores han intentado explicar el origen de esto, contribuyendo con sus aportaciones autores de la escuela psicoanalítica como Francoise Doltó, Lacan, Winnicott y otros que consideran que necesitamos recurrir a los inicios de la madurez emocional del individuo.

Se ha observado en la práctica clínica que cuando algo cae dentro del orden de una vivencia “no experienciada” se transforma en un “derrumbe físico”, esto es, una experiencia dolorosa y secreta de la que no se quiere o no se puede hablar, por lo que el conflicto psíquico toma escenario en el cuerpo. Es así como el tratamiento psicoanalítico consiste en poner en palabras aquellas cosas que, por no haber sido descubiertas, viven en el inconsciente y se ponen de manifiesto de diversas formas, generando angustia.

En el niño pueden manifestarse las emociones a través del cuerpo o con actitudes que los cuidadores o padres deben descubrir y entender lo que solicitan. Esto ocurre cuando, al no encontrar el niño medios verbales, imaginarios o culturales de negociar sus emociones, se da lugar a una incapacidad para registrar y nombrar los afectos.

Aunque cada infante es distinto y lo contenido detrás del síntoma manifiesto es único, se puede hablar en general de algunos síntomas y su significado: Los bebés que lloran o tienen cólicos en exceso expresan un malestar que se relaciona con un trato lleno de angustia y se podría contrarrestar con cercanía de la madre al tomarlo en brazos, acunarlo y cantarle.

?La falta de apetito suele vincularse a niños sujetos a una excesiva disciplina impuesta por padres rígidos, que le transmiten ansiedad al niño y le anulan la capacidad de desear.

? El mericismo (rumiación) suele darse en niños cuya madre se encuentra preocupada por la dosis del alimento más que por el intercambio afectivo; por lo tanto, el niño aprende que devolviendo lo comido o bebido la madre tiene que dárselo de nuevo y el intercambio dura más.

? El asma se deriva cuando hay sensación de peligro afectivo; generalmente se presenta en hijos que son sobreprotegidos por la madre.

La enuresis (hacerse pipí) suele presentarse cuando no se valora o hay confusión en la sexuación; también reaparece ante la llegada de un hermanito.

El retraso motor y del lenguaje suele presentarse cuando las madres no respetan los ritmos naturales del niño y al haber una sobreprotección materna cargada de angustia, en que la madre hace y dice por el niño.

El mutismo se puede relacionar con mantenimiento de un secreto para proteger a la madre o al padre.

Los niños hiperactivos o de mala conducta suelen ayudar a que la madre no se derrumbe o deprima, ya que su actividad mantiene a la madre a flote.

Se puede decir que el surgimiento del fenómeno somático desafía tanto al discurso médico como al psicológico, constituyéndose el cuerpo en el verdadero revelador de lo inconsciente.

Psicosomática es la manera en que las enfermedades orgánicas se vuelven efectos de conflictos psíquicos. La clave en muchas ocasiones se encuentra en la relación madre-hijo y uno de los medios favorables para evitar esto es la “palabra”, ya que tiene un sentido liberador y evita que sea en el cuerpo en donde se inscriban las cosas.

2 comentarios:

  1. ajaaaaaaaaaaaa

    oye pues muy buena informacion!!!

    no cabe dudad que todos los dias se aprende algo nuevo....

    lo voy a comentar en mi proxima parrillada....jajjajajajaja no mejor no porque me van a correr....."QUIEREN CHISTES"

    jajajajajajajajajaja

    saludos

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  2. somatizar: decir con el cuerpo lo que no puedes decir con la bocota..

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